Hoy día me levanté a las 8.50. Me alisté y me conecté a la clase.
Primero, nos saludamos. Después de eso, hablamos de los aspectos más relevantes de la lectura.
Yo mencioné que, personalmente, recordaba la parte de “jugar por jugar”. Muchas veces, como padres o docentes, buscamos que todos los juegos tengan un propósito didáctico. Que los niños aprendan algo cada vez que juegan.
Así, olvidamos que jugar por jugar es igual de importante. Es mediante el juego que el niño aprende a moverse en libertad, a procesar todos los estímulos del entorno y conocerse mejor como individuo.
Es por ello que “jugar por jugar” es igual de importante.
Luego de eso, realizamos una actividad de mindfulness.
A mí me pareció relajante. Esta actividad me transmitió paz y tranquilidad. Me parecía un poco difícil replicar la sensación del dedo al imaginar la mariposa, pero considero que, con la frecuencia, mejoraría.
Este ejercicio requiere que preste atención de manera consciente, que me concentre en las sensaciones y trate de replicarlas.
De ahí, nos dividimos en grupos para realizar el check-in.
Esta mañana, me encontraba un 9/10. Este fue mi cuadro de observación:
1. Veo: me desperté temprano, me alisté y me conecté a la clase a tiempo.
2. Siento: me siento bastante despierta, lista para la sesión.
3. Entiendo: ayer me fui a dormir temprano y el día de hoy salió el sol. por eso, no me siento tan cansada.
Luego de eso, realizamos un organizador visual sobre el juego en el desarrollo infantil. El mío se puede observar en la sección de documentación.
Quedamos en presentarlos la próxima sesión, y nos despedimos.
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