Hoy día me levanté a las 6.50, me alisté y me conecté a la clase.
Primero que nada, despejamos nuestras dudas sobre los trabajos finales. Preguntamos, más que nada, sobre la entrega de la TA3, ya que nuestras dudas sobre el trabajo final habían sido absueltas la clase pasada.
Después, nos dividimos en grupos aleatorios para realizar el check-in y compartir un poco sobre nuestro registro de sesiones.
Este fue mi cuadro de observación:
1. Veo: entré justo a tiempo a clases. Hoy fue más difícil levantarme que ayer.
2. Siento: me siento bastante cansada. Tengo frío. Me duele un poco el cuerpo. En particular, la zona de los pectorales. Estoy nerviosa por el día de hoy (tengo un examen de neurociencias).
3. Entiendo: ayer me fui a dormir más tarde, por lo que no tuve el suficiente tiempo para verdaderamente descansar. Esta semana, comencé a hacer más ejercicio: por eso me duele el cuerpo. Además, es normal que esté nerviosa por el examen de neurociencias. Lo único que debo hacer es encontrar una forma de no estancarme en esa preocupación. Los ejercicios de mindfulness que hemos estado practicando me resultarán útiles para ello.
Cuando volvimos a la sesión principal, compartimos algunas reflexiones sobre nuestras bitácoras. Yo creo que, a diferencia de la entrega pasada, esta vez mi registro de sesiones es más detallado. Estoy procurando incluir más reflexiones.
Luego de eso, pasamos a la plataforma de zoom para realizar un ejercicio de respiración. Para este, necesitábamos una vela, pero yo no la tenía, por lo que solo usé mis manos.
Teníamos que inhalar por el vientre, retener el aire en los intercostales y exhalar por la boca. Diría que este ejercicio me sirvió, más que nada, para despertarme completamente.
Estos últimos días me he sentido ansiosa -algo en lo que estoy trabajando constantemente-, pero diría que, por un momento, pude olvidar mis preocupaciones y dejar mi mente en blanco. Siento que a veces mis pensamientos son tantos, que floto a la deriva. Este ejercicio sirvió para aterrizarme, por así decirlo.
Un segundo ejercicio fue inhalar por una fosa nasal y exhalar por la otra. Lea nos comentó, después de realizarlo, que este era un ejercicio de purificación. Más que para poner la mente en blanco, servía para limpiar las fosas nasales, lograr que se ejerciten por su propia cuenta.
En este, tenía que concentrarme más en inhalar y exhalar. Por el momento, fue lo único en lo que me podía concentrar.
Como tercer ejercicio, debíamos inhalar y exhalar bruscamente. Teníamos que hacerlo diez veces, pero yo no pude llegar. Me quedé sin aire antes. Sin embargo, diría que me sirvió bastante para calentar mi cuerpo. La segunda vez que lo realicé, me pareció muchísimo más fácil que la primera vez. De todas maneras, terminé bastante cansada. Este ejercicio me pareció bastante energizante.
Finalmente, realizamos un saludo a la luna y un saludo al sol.
Después, nos dividimos en grupos para realizar los retos. Sin embargo, debido a problemas de internet y otros, mi grupo decidió juntarse otro día y aprovechar este tiempo para avanzar en nuestras bitácoras.
A eso de las 8.45, regresamos a la sesión principal. Ahí, hicimos un pequeño repaso de la clase.
Descubrimos que cada tipo de respiración tiene un distinto objetivo. Todas sirven para concentrarse, tranquilizar el cuerpo, pero cada una tiene una función diferente. Algunas sirven para calentar el cuerpo, mientras otras sirven para relajarlo. Me gustaría poder emplearlas en diferentes momentos, de acuerdo con mis necesidades.
Finalmente, nos despedimos con un namaste (la luz que brilla en uno saluda en la luz que vive en cada uno de nosotros).
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