También conocido como "atención plena".
¿Qué es la atención plena?
La atención plena es la capacidad humana básica para estar completamente presente, consciente de dónde estamos y lo que estamos haciendo, y no ser demasiado reactivo o abrumado por lo que sucede a nuestro alrededor.
Si bien la atención plena es algo que todos poseemos naturalmente, está más disponible para nosotros cuando practicamos a diario.
Siempre que alguien toma conciencia de lo que está experimentando directamente a través de sus sentidos, o de su estado mental a través de sus pensamientos y emociones, está siendo consciente. Y hay una investigación cada vez mayor que muestra que cuando uno entrena a su cerebro para que sea consciente, en realidad está remodelando la estructura física de su cerebro.
El objetivo de la atención plena es despertar al funcionamiento interno de nuestros procesos mentales, emocionales y físicos.
¿Qué es la meditación?
La meditación es explorar. No es un destino fijo. Tu cabeza no queda libre de pensamientos, completamente sin distracciones. Es un lugar especial donde todos y cada uno de los momentos son trascendentales. Cuando meditamos, nos aventuramos en el funcionamiento de nuestras mentes: nuestras sensaciones (el aire sopla en nuestra piel o un olor áspero flotando en la habitación), nuestras emociones (amo esto, odio aquello, anhelo esto, detesto aquello) y pensamientos (¿no sería extraño ver a un elefante tocando la trompeta?).
La meditación de atención plena nos pide que suspendamos el juicio y desate nuestra curiosidad natural sobre el funcionamiento de la mente, acercándonos a nuestra experiencia con calidez y amabilidad, a nosotros mismos y a los demás.
¿Cómo practico la atención plena y la meditación?
La atención plena está disponible para nosotros en todo momento, ya sea a través de meditaciones y exploraciones corporales, o prácticas de atención plena, como tomarnos un tiempo para hacer una pausa y respirar cuando suena el teléfono en lugar de apresurarse a contestarlo.
Los fundamentos de la práctica de la atención plena
La atención plena nos ayuda a poner algo de espacio entre nosotros y nuestras reacciones, rompiendo nuestras respuestas condicionadas. A continuación, le indicamos cómo sintonizarse con la atención plena a lo largo del día:
1. Reserva algo de tiempo. No necesitas un cojín o banco de meditación, ni ningún tipo de equipo especial para acceder a tus habilidades de atención plena, pero sí necesitas4. reservar algo de tiempo y espacio.
2. Observa el momento presente tal como es. El objetivo de la atención plena no es aquietar la mente ni intentar alcanzar un estado de calma eterna. El objetivo es simple: nuestro objetivo es prestar atención al momento presente, sin juzgar. Es más fácil decirlo que hacerlo, lo sabemos.
3. Deja que tus juicios pasen. Cuando notamos que surgen juicios durante nuestra práctica, podemos tomar nota mental de ellos y dejarlos pasar.
4. Regresa a observar el momento presente tal como es. Nuestras mentes a menudo se dejan llevar por los pensamientos. Es por eso que la atención plena es la práctica de regresar, una y otra vez, al momento presente.
4. Sé amable con tu mente errante. No te juzgues a ti mismo por los pensamientos que surjan, simplemente practica reconocer cuándo tu mente se ha distraído y tráela de regreso con cuidado.
Esa es la práctica. A menudo se dice que es muy simple, pero no necesariamente fácil. El trabajo es seguir haciéndolo. Los resultados se acumularán.
Cómo meditar
Esta meditación se enfoca en la respiración, no porque haya algo especial en ella, sino porque la sensación física de la respiración siempre está ahí y puedes usarla como un ancla para el momento presente. A lo largo de la práctica, es posible que te encuentres atrapado en pensamientos, emociones, sonidos; donde quiera que vaya tu mente, simplemente vuelve a la siguiente respiración. Incluso si solo regresas una vez, está bien.
Una práctica de meditación simple
1. Siéntate cómodamente. Encuentra un lugar que te brinde un asiento estable, sólido y cómodo.
2. Observa lo que hacen tus piernas. Si estás sobre un cojín, cruza las piernas cómodamente frente a ti. Si estás en una silla, apoya la planta de los pies en el piso.
3. Estira la parte superior del cuerpo, pero no te pongas rígido. Tu columna tiene una curvatura natural. Déjalo estar ahí.
4. Observa lo que hacen tus brazos. Sitúa la parte superior de los brazos paralela a la parte superior del cuerpo. Descansa las palmas de las manos sobre las piernas donde te sientas más natural.
5. Suaviza tu mirada. Deja caer la barbilla un poco y deja que tu mirada caiga suavemente hacia abajo. No es necesario cerrar los ojos. Simplemente puedes dejar que lo que aparece ante tus ojos esté allí sin enfocarse en él.
6. Siente tu aliento. Dirige tu atención a la sensación física de respirar: el aire que se mueve por la nariz o la boca, la subida y bajada de tu vientre o tu pecho.
7. Fíjate cuando tu mente se distrae de tu respiración. Inevitablemente, tu atención dejará la respiración y se desviará hacia otros lugares. No te preocupes. No es necesario bloquear o eliminar el pensamiento. Cuando notes que tu mente divaga, vuelve suavemente tu atención a la respiración.
8. Sé amable con tu mente errante. Puede que tu mente divague constantemente; eso también es normal. En lugar de luchar con tus pensamientos, practica observándolos sin reaccionar. Simplemente siéntate y presta atención. Por difícil que sea de mantener, eso es todo. Vuelve a respirar una y otra vez, sin juzgar ni esperar.
9. Cuando estés listo, levante suavemente la mirada (si tienes los ojos cerrados, ábrelos). Tómate un momento y observa cualquier sonido en el entorno. Observa cómo se siente tu cuerpo en este momento. Observa tus pensamientos y emociones.
Información obtenida de:
Mindful (8 de julio de 2020). Getting Started with Mindfulness. Recuperado de: https://www.mindful.org/meditation/mindfulness-getting-started/
Apreciación personal:
La practica de la atención plena me parece que es algo que todas las personas deberían probar, por lo menos, una vez en su vida. En mi experiencia, permite reconocer cada pensamiento que atraviesa nuestra mente y poder encontrarle una solución, en vez de ignorarlo o esperar que pase. Así, nos ayuda a reducir la ansiedad, el afecto negativo y la reactividad emocional. Además, nos permite tener un mayor conocimiento de nosotros mismos al eliminar esa separación entre nuestras emociones y nuestros pensamientos.
Comments